Pasear descalza por la orilla de la playa tiene múltiples beneficios para el estado de las piernas, tanto desde un punto de vista terapéutico como estético, mi consejo es que realices paseos sobre la arena mojada, En ella, los pies se hunden más, por lo que se ofrece una mayor resistencia al paso y, con ello, se aumenta el efecto tonificante de esta rutina,
Otro ejercicio es andar grandes zancadas con el agua a la altura de la rodilla, Cuando te canses, estírate en la orilla del mar, apoya los codos en la arena y con las piernas totalmente sumergidas, elévalas un palmo del fondo del mar y separa y acerca las piernas, como si fuesen las hojas de una tijera, Realiza dos o tres series de 15 repeticiones
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