Haremos una mezcla con un poco de aceite (de oliva o de semillas), y unas cenizas de cigarrillo. Mojaremos un paño en ese aceite con los restos de ceniza, y frotaremos fuertemente los objetos de acero inoxidable, hasta conseguir devolverles su brillo. Una vez limpios, los aclararemos con agua abundante, y los dejaremos secar.
Volver a las ideas en la categoría de Familia y hogar
Para comentar debes estar registrado
compartoideas.com 2011.